Follar

¿No sientes a veces que todo es inútil? ¿Que todos tus esfuerzos por encontrarle sentido a algo están vacíos? ¿Que eres totalmente gilipollas? Y en esos momentos, cuando todo es estúpido y vano ¿ no te apetece follar a saco? ¿Follar y follar sin piedad, contra todos, a toda máquina, dejándote la vida en ello? Follar cerdo. Redundante. Profuso. Inmenso, incesante, denso, jodido, feroz. Perverso.

En esos momentos , me follaría a cualquiera. De todas las maneras. Todo el tiempo. Como si siguiera un único camino directa al caos. Apurando mi vaso de veneno. Empezando a cocinarme en el ahora. En mi fuego. Con mi propia sangre. Con mis células descontroladas por el ansia, la fiebre y el deseo. Con mi cuerpo inflamado, la boca seca y la polla empalmada de furia, frenético, hirviendo de ganas. Sin querer pensar en nada que no sea en penetrar con ella, profundo, hasta el alma, sentir una boca abarcando por entero mi sexo, un cuerpo sudoroso arrastrándose sobre mi cuerpo... Sin dar una mínima oportunidad. Para qué. Todo es inútil y esto es lo que queda. Mi cuerpo. Y no hace falta nada más. Sexo.

Mi cabeza se afloja a ese frenesí y no me hago caso. Me doy la espalda. Cierro filas a todo lo demás. Abro mi boca. Me lo bebo. Dispuesto. Emputecido. Salvaje.

Y entregado a mi animalidad me desordeno, me agito, me revuelco. Follo, mamo, babeo, hurgo, lamo, huelo, rasgo, levito… me encuentro ante mi concupiscencia como un dios follador. Qué coño como un dios, no, como un demonio. Como una vampiro goloso de cuerpos dispuestos a su perverso destino: dejarse el alma a base de sexo y ganas. Follar y follar y follar por toda la eternidad. Y me dejo caer en ese precipicio hacia mi jardín de las delicias. Buscando un abismo desde mis celestiales placeres, arrojándome al auténtico vacío, convencido de que la incompetencia de todos mis trances al menos habrá servido para que el puto infierno me pille en movimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Páginas