Violacion

Había tenido un día en extremo complicado preparando el balance general de la compañía para presentarlo en el informe anual, estaba cansada, fastidiada y sumamente molesta, lo único que deseaba era llegar a mi casa y dormir.

Vivía sola desde hacía 5 años ya, en cuanto me ascendieron de puesto en mi empleo como gerente de finanzas y pude rentar un departamento me mude de casa de mis padres, pensando en tener mi espacio y libertad de hacer lo que me viniera en gana sin dar explicaciones de mi vida a nadie, pero curiosamente con mi nuevo puesto no tenía tiempo para nada, casi no estaba en casa, no salía con nadie, incluso me había costado una relación de 2 años porque se cansó de que mi prioridad fuera el trabajo.

Esa noche llegue al edificio, estacioné mi carro, esperé impacientemente el elevador con los zapatos en la mano, cuando llegó entré en él y me recargue sobre mi costado, viendo mi cara en el espejo, tenía una mueca de disgusto y unas ojeras que me cubrían media cara, deseaba más que nada que pasara ese maldito informe anual y poder tomarme unos días de vacaciones en alguna playa tranquila.

Iba sumergida en mis pensamientos cuando se detuvo el elevador en el piso 9, donde está mi departamento, salí del elevador arrastrando los pies y buscando las llaves en mi bolso, cuando las encontré y quise abrir la puerta me percaté de que no tenía seguro, estaba abierta, me alarme sobremanera, <> pensé y al borde de la histeria entre, todo estaba a oscuras, quise encender la luz pero el foco no prendió, fui a la ventana y abrí las persianas para que entrara la luz de la calle, en penumbras pude ver que las cosas estaban en su lugar, al menos en esa parte, caminé a mi recamara, un poco menos alarmada pensando en que con las prisas se me había pasado poner llave a la puerta, cuando entre a la recamara me di cuenta que ese foco tampoco encendía y me pareció extraño, pero en apariencia todo estaba bien.

De pronto paso algo que hizo que mi corazón se sobresaltara, una enorme mano  cubrió mi cara tapando mi boca y sentí como algo afilado se presionaba contra mi garganta, una voz ronca y susurrante dijo a mi oído <>  aterrorizada como estaba solo pude asentir con la cabeza, <<desnúdate>> me ordenó, me soltó empujándome hacia adelante <> me ordenó de nuevo, yo no sabía que hacer estaba ahí de pie completamente petrificada, las lágrimas rodaban por mi rostro sin poder contenerlas, quise voltear a pesar de su orden <<¡¡¡¡¡¡ QUE NO VOLTEES !!!!!!>> Me gruñó, yo me estremecí de miedo y solo le suplicaba con murmullos que no me hiciera daño, se acercó por detrás de mí nuevamente y tomándome del cabello me jalo hacia él  y con una vos mucho más molesta y autoritaria que antes me dijo <> y mientras decía esto metía la navaja por dentro de mi blusa, cuando sentí lo frío y  filoso del pedazo de metal me estremecí hasta  la última fibra de mi ser, las lágrimas no dejaban de correr, el pánico no me dejaba pensar con claridad y opte por obedecerle.

Así como estaba de espaldas a él me quite el saco <<más despacio y ahora si date vuelta>> ordenó, obedecí y una luz brillante me encegueció, así deslumbrada comencé a desabrocharme la blusa, cuando la hube abierto por completo la dejé caer  quedándome en sostén, mi pecho se notaba subir y bajar por mi respiración agitada << mira que puta eres, con esa ropa interior, ¿acaso me esperabas?>> me dijo cuando vio que mí sostén era negro de encaje, yo continué inmóvil, se rió cínicamente<< los pantalones ahora >> titubeante desabotone el pantalón, baje la cremallera y lo dejé caer, sentía que las piernas me iban a dejar de responder en cualquier instante, <> obediente le di la espalda de nuevo <> tenía el corazón sobrecogido de miedo, pero también tenía rabia, este tipo había violado mi espacio, mi intimidad y ahora estaba a punto de tomarme a mí.

Estando de espaldas aún me dijo <> quería brincar sobre él y despedazarlo con mis manos, pero no quería morir, sin poder dejar de llorar llevé mis manos a mi espalda para zafar mi bra, lo deje caer <> me dijo, cada que me decía puta mi rabia aumentaba, quería sacarle los ojos al malnacido, le obedecí, pero me tapaba los senos con un brazo <>la luz de esa lámpara me deslumbraba, quería verle el rostro al desgraciado, saber quién era el maldito que me estaba humillando de esa manera, no hice caso y nuevamente me ordeno que quitara el brazo y solo alcance a ver como la luz hacía brillar el acero de la navaja que tenía en mano, así que sin más baje el brazo dejando mis senos completamente descubiertos <> dijo con la voz llena de lujuria <> cuando dijo este se me erizaron los vellos del cuerpo de nervios, comencé a temblar como una gelatina, sosteniéndome en pie con dificultad, mi corazón latía tan rápido que parecería que se iba a detener de pronto.

Lo vi acercarse y mis sollozos eran incontrolables, la luz era más intensa a esa distancia, pero sentí su mano acercarse a mi cara y apretar mis mejillas con extrema rudeza <<cállate no quiero escucharte llorar>> hice lo posible por callarme pero no podía dejar de llorar. Luego con la navaja empuñada comenzó a recorrer mi cara, mi cuello, mis pechos, quito la navaja y su mano se fue directo a uno de mis senos, lo apretó pero ya no era rudo, con sus dedos comenzó a masajear mi pezón  mientras murmuraba que eran las tetas más ricas que jamás había tocado, luego agarro la otra y repitió la acción, yo solo sentía repulsión, asco, un NO se escapó de mi boca y molesto puso la navaja en mi garganta, presiono la punta en mi piel de tal manera que me hizo una pequeña cortada que de inmediato comenzó a sangrar, sentí como el hilo de sangre escurría por mi pecho, luego tomo unas mascadas que supongo había sacado de mi cajón antes que yo llegara y con una ato mis manos por detrás de mi espalda y la otra la uso para cubrirme los ojos, me quedó claro lo que seguía, continuaba sollozando, muerta de miedo y de asco.

Le suplique que no me lastimara y me susurro <> le suplique que se detuviera y sentí un fuerte golpe en la cara que me tiro al piso aturdida, me tomo por los brazos levantándome del piso y lanzándome sobre la cama, luego me tomo por los tobillos y me jaló hacia él, sentí sus manos en mis caderas y de un tirón me arranco las pantis, yo cruce las piernas instintivamente, pero nuevamente me agarró de los tobillos y me abrió las piernas con fuerza lastimándome las ingles, lancé un grito de dolor <> me decía mientras sentí como sus manos iban nuevamente a mis pechos mientras él se acomodaba entre mis piernas, <> y las movía con sus manos para que se bambolearan, luego sentí lo húmedo de su lengua, estaba lamiendo mis pezones, su saliva me quemaba, y me asqueaba oír el ruido que hacía su boca chupándome mis senos, claramente pude sentir como sus dientes presionaban mis pezones y sus manos apretaban mis pechos, el jadeaba, movía su cadera presionando su pelvis aun con ropa sobre la mía desnuda, yo me movía tratando de quitármelo de encima, << así puta muévete, sé que te gusta perra>> cuando entendí que lo disfrutaba me quedé quieta, pero él siguió, dejé de sentir su peso sobre mi cuerpo, pero oí el ruido de su cremallera bajando, el pánico se apodero de mí, cada musculo de mi cuerpo se contrajo del miedo, sentí sus movimientos en el colchón pero no sabía que estaba haciendo hasta que sentí sus resoplidos en mi entrepierna y solo le dije <<no, por favor no>> pero de nada valía, sus manos empezaron a recorrer mi sexo, abrió mi vagina y sentí sus dedos entrar en mí, los giraba y pegaba su nariz, <> ya no veía el caso de esforzarme en oponerme a lo inminente, solo apreté los labios y espere a que terminara, la mascada que cubría mis ojos estaba mojada, porque enjugaba mi sudor y lágrimas de desesperación, recordé que en una ocasión en un  reportaje escuche cuando se está siendo una víctima de violación no se debe de oponer resistencia para recibir el menor daño posible, así que destensé la cadera y los brazos y dejé que la bestia esa terminara.

No sabía qué hacía hasta que sentí como pasaba la punta de su pene en la entrada de mi vagina, comenzó a empujar y a penetrarme, aquello que me introducía era fuera de proporción, tuve que esforzarme por no tensarme para que su pene entrara con facilidad porque si no aquello me iba a destrozar, jamás en toda mi vida había sentido algo de esas proporciones entrar en mí, el empujaba hasta que se detuvo y luego comenzó a envestirme con fuerza, sentía su miembro salir y entrar <> no dejaba de jadear y murmurar cosas desagradables mientras me penetraba <> y las apretaba, luego dejo de penetrarme y tomándome por los brazos me dio vuelta y me puso con el trasero hacia arriba <> y de un golpe me penetro nuevamente, sus embestidas eran brutales, a pesar de que dejé de tensar las caderas la humillación era mucha, no podía parar de llorar, me daba nalgadas muy fuertes, dolía, ardía cada golpe, de pronto uno de sus dedos entro con violencia en mi ano, ahogue un grito, y llore aún más, el bombeaba con fuerza hasta que me empujo con violencia y me volvió a voltear de frente a él y su asqueroso semen caía en mi cara y pecho mientras el bramaba.

Todo quedó en silencio, solo mis sollozos se escuchaban, sentí cuando se bajó de la cama y escuche cuando subía su cremallera <> y diciendo esto oí la puerta de mi cuarto cerrarse y luego la de la entrada, así maltrecha en la cama me quede inmóvil un rato, pensando que no se había ido, no sé cuánto tiempo paso, creo que me quede inconsciente, como pude me senté, muy adolorida de mis piernas y vientre y como pude me solté las manos y luego me quite la mascada de los ojos, estaba desnuda, pegajosa porque su semen ya se había secado en mi cuerpo. Voltee a verme al espejo, ahí estaba completamente despeinada, maltrecha, con un moretón pintándose en mi mejilla, con la cortada en el cuello y la sangre seca revuelta con su semen. Que espectáculo tan deprimente.

Llore desconsolada por mucho tiempo, no sé cuánto habrá pasado, me quedé en posición fetal, me enrolle en las sabanas y creo que me quedé dormida.

algo diferente para todos. besos